Diario
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El RCD Mallorca regresa al escenario de su gran noche

En 2003, el RCD Mallorca lograba por tercera vez en su historia  llegar a la final de la Copa del Rey. El destino brindaba otra oportunidad tras haber caído en la prórroga frente al Atlético de Madrid (0-1) en 1991 y en los penalties ante el FC Barcelona en 1998. 

Más de 14.000 aficionados viajaron desde la isla hasta la ciudad alicantina. Muchos habían estado presentes en las finales citadas anteriormente. Sin embargo, esta era distinta. El Mallorca era el favorito. Y es que enfrente esperaba el Recreativo de Huelva, un conjunto que disputaba la primera final de su ya centenaria historia siendo equipo de Segunda. Eso sí, y para no desmerecer el hito conseguido, cabe recordar que por el camino el los de rojo y negro apearon en cuartos al por entonces vigente Campeón de Liga, el Real Madrid (1-1 y 4-0), y en semifinales, al defensor del título, el Deportivo de La Coruña (2-3 y 1-1).

Un triste episodio marcó la concentración del RCD Mallorca. Dos días antes de la final, el 26 de junio, el camerunés Marc Vivien Foé perdió la vida en un partido de la Copa Confederaciones que medía al conjunto africano ante Colombia. Jamás se olvidará el momento en el que, en pleno entrenamiento en tierras ilicitanas, Manzano llamó a Eto'o para comunicarle la muerte de "su hermano".

Durante las horas previas al choque, una interminable marea roja de aficionados barralets ocuparon una carpa situada en los aledaños del Martínez Valero, escenario del envite.

Para el recuerdo, el sofocante calor (que se lo pregunten al por entonces Presidente, Mateu Alemany) y la paella que Eto'o pagó de su bolsillo para los seguidores desplazados. Sin duda, una manera original de pedir perdón por la expulsión que el león indomable sufrió en un encuentro disputado en Son Moix ante el FC Barcelona tras caer en las provocaciones de Thiago Motta.

Para los curiosos, comentar que para preparar el encuentro, Manzano ejerció su profesión de psicólogo con la proyección de tres vídeos: uno sobre la superación personal, otro que relataba las decepciones de equipos favoritos que perdieron sus finales y un tercero de alegrías tras grandes triunfos. No hay que olvidar que  los dos compromisos ligueros disputados ante El Decano habían acabado en empate (1-1). En otro sentido, cabe destacar que los blanquiazules estuvieron acompañados por 10.000 seguidores o dicho de otra manera, el 10% del total de su población.

Han pasado los años, pero todavía estremece recordar una imagen que acompañará siempre a todos los aficionados del Mallorca. Uno de esos momentos que se quedan grabados en la retina. En el caso de muchos, recordar como el bermellón se apoderó de medio estadio ilicitano. Era entonces o nunca. No se podía volver a fallar. Y no lo lo hicieron...

El duelo empezó con un buen susto cuando en el minuto 3 Leo Franco tuvo que solventar una indecisión de su defensa que a punto estuvo de aprovechar Raúl Molina.

Con el paso del tiempo, los de rojo y negro empezaron a monopolizar la posesión gracias a un imperial Ibagaza. Y es que el experimento del técnico de los onubenses, Lucas Alcaraz, de adelantar la posición de Viqueira dejó al argentino libre de marca.  Así, en el minuto 20, el uruguayo Walter Pandiani transformó un claro penalti cometido por el zaguero Loren sobre Eto'o en una jugada que nació en los pies de "El Caño". Entonces, el entrenador de los blanquiazules mandó a calentar a dos viejos conocidos: Óscar Arpón y Xisco Muñoz. Mientras, Luque frustraba un disparo de Ibagaza con una gran parada. Poco después, un tiro de Eto'o se marchó ligeramente desviado.

Un minuto antes de enfilar el camino a los vestuarios, llegó la polémica cuando un centro de Benítez fue rematado con la testa al fondo de las mallas por el manacorí cedido por el Valencia Xisco Muñoz. Entonces, y ante la sorpresa general, el colegiado invalidó la diana a instancias del juez de línea, el mediático Rafa Guerrero, por considerar que el balear había cometido falta antes de su remate sobre su paísano Miquel Àngel Nadal. Cabe recordar que el delantero que pasó por la cantera bermellona antes de hacer las maletas rumbo al Turia, había sustituido poco antes a Mario Bermejo. 

Tras la reanudación, los andaluces adelantaron sus líneas en busca del empate dejando espacios en su retaguardia. De esta manera, los barralets empezaron a hilvanar contras. En una de ellas, Luque evitó el tanto de Eto'o. Sin embargo,  poco pudo hacer en el minuto 73 cuando el mejor jugador de la historia bermellona firmó el segundo aprovechando una magnífica asistencia de Albert Riera, el tercer manacorí presente en el pasto alicantino. Salvo debacle poco probable, el RCD Mallorca ya era campeón.

Ya con la fiesta instalada en el sector mallorquinista, Eto'o sentenció definitivamente el duelo con una diana de pura raza. Un gol para el recuerdo y dedicado al cielo, a su amigo y compañero de selección Marc Vivien Foe. Y es que no cabe olvidar, que tras el partido y sin tiempo para celebraciones, Eto'o viajó con avión privado hasta París para disputar con su selección la final de la Confecup frente a Francia. A eso se le llama compromiso. "A la afición del Mallorca sólo puedo decirle que la quiero", afirmó el africano tras el envite. Además, confesó que "tengo a un compañero que está sentado al lado de Dios en el cielo. Esta Copa se la dedico a él".

Por contra, lamentar el gesto de Walter Pandiani, quién celebró el título más importante de la historia mallorquinista portando una bandera no de su país natal sino del Peñarol de Montevideo. Un hecho insólito y poco respetuoso que lamentablemente, quedó registrado para la posteridad.

En la zona mixta, los campeones expresaban su inmensa felicidad. "No podemos aspirar a ser campeones de Liga pero sí a este título. Ya nos tocaba", aseguró Riera. Por su parte, Miquel Àngel Nadal (que levantó el trofeo tras recibirlo de las manos del Rey Juan Carlos I) señaló que "es el primer título que gano con el equipo de mi tierra. Es la ilusión de cualquier mallorquinista". Como anécdota, subrayar que el central ha estado presente en las tres finales coperas de los bermellones, si bien en la segunda lo hizo en el bando contrario.

Al día siguiente, la ciudad despertó engalanada para recibir a sus héroes. Calles cortadas y el centro, ocupado por miles de mallorquinistas que vitoreaban sin parar a los protagonistas, todos ellos exultantes en un autobús especialmente habilitado para la ocasión que recorrió el centro de Palma.

El santuario de Sa Font de Ses Tortugues fue invadido por unos 10.000 aficionados que cantaron al unísono el mítico "We are the Champions" de Queen y que enloquecieron cuando el vehículo se detuvo para que los jugadores ofrecieran el título. Destacar que el camerunés Samuel Eto'o no estuvo presente al estar en París disputando con su selección la Final de la Copa Confederaciones ante Francia.

Actualizado: 13 de abril de 2018 none

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