En concreto, la operación la está llevando a cabo la Unidad de Delitos Especializados y Violentos (UDEV) del Cuerpo Nacional de Policía que desde este lunes por la mañana están registrando numerosos despachos e instalaciones deportivos de varios clubes españoles.
La red se gestionaba desde China y pagaban entre 2.000 y 3.000 euros a jugadores para lograr obtener beneficios en las apuestas deportivas. Así, parece ser que los jugadores debían forzar penaltis, saques de esquina o faltas, entre otros, en los que se apostaban grandes cantidades de dinero para obtener muchos beneficios, según los investigadores que llevan meses investigando esta trama.
La investigación está dirigida desde el juzgado de Zafra (Badajoz) y se acusa a los arrestados de un delito de estafa y corrupción en los negocios.
Desde la Liga de Fútbol Profesional colaboran con la investigación con el objetivo de lograr una competición transparente. Por ello, desde hace un año, la LFP entrega informes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con supuestos amaños.
Por el momento se desconocen los equipos investigados.