Un mercado de invierno nunca viene mal. Más aún si eres el líder de 2ªB y la enfermería está llena. Después de ilusionar a todo el mallorquinismo con la magnífica primera vuelta, la segunda no tenía que ser menos. Para ello, el conjunto de Vicente Moreno ha tenido que “echar mano” de cartera. Que en esta categoría nunca viene mal.
El Mallorca tiene como requisito indispensable, este año, subir. Nada más. Si no lo hace: “tenemos un problema”. Si lo consigue: héroes. Con el equipo que tenía era bastante factible pero, con el de ahora, no queda ninguna duda. O eso parece.
Con las lesiones de larga duración de Giner y Lago, las bandas necesitaban sangre nueva y de calidad. Reyna y Pol, no estaban para tanto compromiso. Bustos, en primer lugar, y después Aridai han llegado para dar un ‘plus’ al ataque. Vertiginosos y descarados que ya han enamorado a los aficionados.
La defensa que tanta seguridad daba a Vicente Moreno, no tenía sustitutos. Si no jugaban los titulares —Sastre, Campos, Raillo, Bonilla— el equipo lo notaba. Y mucho. Salva Ruiz y Fran Gámez han llegado para reforzar los laterales. Ambos son conocedores de la competición y darán al equipo una competitividad en defensa que antes no había. Se suman quilates a una defensa de oro.
Desde principio de temporada la pareja de mediocentros habitual era la conformada por Damià y Pedraza. Con el paso de las jornadas y minutos, Salva Sevilla se ha asentado junto con Pedraza en la titularidad. El Mallorca contaba, solo con tres de garantías y con la llegada de Faurlín el puesto no está asegurado. El argentino aportará experiencia y kilómetros en la sala de máquinas del equipo de Vicente Moreno
Muchos mallorquinistas han pedido la llegada de un delantero puro y con hambre de gol. Vicente Moreno confía mucho en Abdón, Cedric y Álex López. Con la llegada del camerunés Ndi, la posición de mediapunta puede ser introducida en los esquemas de Moreno. Joven y con recorrido en el fútbol español.
Al Mallorca le queda mucho trabajo por hacer. A pesar de los diez puntos de diferencia con el Villarreal B, la segunda vuelta será dura. Campos imposibles, equipos encerrados atrás y muchas pérdidas de tiempo… Es lo que tiene la 2ªB, pero con Vicente Moreno y estos jugadores las aspiraciones son muchas. El mallorquinismo sonríe y quiere sonreír hasta final de temporada.