Los Lakers, sin Lonzo Ball (lesionado en la rodilla) por duodécimo partido consecutivo, tienen una marca de 12 victorias y 4 derrotas desde el 7 de enero y confirmaron su tremenda mejoría en defensa.
Dos triples de George y Raymond Felton abrieron el partido y dieron paso al espectáculo del alero de la localidad californiana de Palmdale, claramente motivado ante los angelinos, como demostró al anotar 12 de los primeros 15 tantos de su equipo.
George, asumiendo la responsabilidad debido a las ausencias de las otras estrellas de los Thunder, acabó el primer cuarto con 16 puntos, pero, a pesar de haber dado a los suyos hasta 11 de ventaja (8-19), no consiguió zafarse de su rival, que reaccionó con el esfuerzo de Julius Randle, la brega de Brook Lopez y la clase de Ingram.
La inyección de energía desde el banquillo de Kyle Kuzma puso por delante a los de Luke Walton (30-27), aunque el choque dio un bajón en el segundo periodo y apenas se anotaron 3 puntos en casi cinco minutos. No importó demasiado porque los Lakers mantuvieron la compostura (46-34) con Randle e Ingram como estiletes a pesar de los esfuerzos de George y Jerami Grant.
Sólidos en ataque, con Ingram pletórico desde el triple (3/3) y Randle sacando todo su potencial bajo aros, los locales comenzaron a dominar con claridad el duelo (74-57) e incluso George se contagió de la pereza de sus compañeros, sumidos en unos pobres porcentajes de tiro, especialmente desde el perímetro (acabaron con 8/34, un 23,5 por ciento).
La diferencia llegó a los 20 puntos mediante un triple de Kuzma (79-59) y los Thunder nunca dieron señales de recuperación.
El escolta español Alex Abrines cerró su participación en el partido con ocho puntos (3 de 10 tiros de campo, 1 de 6 triples, y 1 de 1 tiros libres), tres rebotes, una asistencia y un robo en 24 minutos.