La gran novedad de esta edición es que este año se crea la distinción de categoría femenina, aparte de la categoría masculina. Cabe destacar que del total de 33 galardonados con el Cornelius Atticus, otorgado desde 1996, sólo tres habían sido para mujeres.
Otra novedad de esta edición es que por primera vez ha habido un Cornelius Atticus galardonado representando el jurado, así como dos representantes de las federaciones, elegidos por la Asamblea Balear del Deporte, en lugar de uno como hasta ahora . Desde la anterior edición, los defensores de candidatos no pueden formar parte del jurado para así asegurar la transparencia y objetividad de la votación.
La propuesta sale de la reunión del jurado de la distinción Cornelius Atticus, convocada este miércoles 7 de febrero a propuesta de la Consejería de Cultura, Participación y Deportes, decisión que ahora deberá ratificar el Consejo de Gobierno.
María Dolores Besné de Tejada (1944), de 73 años, se inició con 18 años en la práctica del baloncesto en el Sindicadas de Palma. Es la presidenta de la Federación Balear de Voleibol desde el 2016 de la que también ha sido gerente durante siete años. También forma parte de la junta directiva de la Real Federación Española de Voleibol (RFEVB). Fue entrenadora de varios equipos femeninos de máxima categoría en Mallorca, así como directora técnica del CD Jovent de la división de plata femenina.
Actualmente es miembro del comité español técnico de la Real Federación Española de Baloncesto, así como también de la Federación Balear de Baloncesto. Asimismo es delegada de la Asociación Española de Entrenadores de Baloncesto y presidenta de esta asociación en ámbito autonómico.
John Neville Peter Tunks (1939) se inició en el mundo del deporte desde muy pequeño. Además de atletismo también practicaba tenis, modalidades deportivas en las que destacó en edad juvenil. En época universitaria, continuó destacando en especialidades deportivas como los 100 y 400 metros, el salto de altura y el rugby.
Desde 1965 comienza a residir en Formentera, y es cuando comienza a trabajar en la promoción del atletismo en la isla. Cabe destacar también su labor como miembro fundador del Club de Tenis Formentera, así como impulsor de la Mini Maratón Isla de Formentera. A partir de 1981 comienza a alternar la residencia entre Ibiza y Formentera. En 1998 recibe por parte del Consejo Insular de Ibiza el premio de Mejor Persona Física y en 2002 es premiado por la promoción del deporte en Formentera. En los últimos doce años de vida compitió en la categoría de veterano en las pruebas de velocidad y longitud donde alcanzó hasta 37 medallas en competiciones estatales. En ámbito europeo y mundial, fue siete veces finalista y bronce en Suecia (2005). La creación del Club Deportivo Espalmador fue uno de los su últimos proyectos. Murió a los 72 años después de haber dedicado más de 30 años en la docencia, la formación deportiva de los jóvenes y la práctica activa del deporte.