Los dos equipos querían y necesitaban la victoria. El Palma no llevaba un buena racha y el Barça no quería despegarse del líder. Ninguno dio con la clave para sobrepasar al rival. El partido fue más igualado de lo que debían pensar los aficionados azulgranas. Del Palma, y en casa mucho menos, no te puedes fiar.
Los dos equipos empezaron creando ocasiones. Al principio, el Barça fue superior. Con el paso del tiempo y de los goles, el Palma consiguió llevar el partido a su territorio. A territorio hostil. Que junto a las 4.000 voces, consiguieron el desquicio culé.
El equipo dirigido por Vadillo, consiguió llegar al descanso por delante en el marcador. Parecía que “la gesta” se podía conseguir. Ya entrada en la segunda parte, dos goles del Barça enmudecieron Son Moix. Pero no todo iba a ser coser y cantar para el equipo azulgrana.
Tras una tangana, que supuso la expulsión de Paco Sedano, el capitán y portero visitante. Y un gran Eloy Rojas, el Palma consiguió girar el marador. Todo parecía acabado. El conjunto de Vadillo ya se veía vencedor, pero en una de las últimas jugadas Joselito consiguió poner las tablas en el marcador.
El empate fue justo y el partido fue precioso. Tanto Palma, como Barça querían más, pero los dos tuvieron que conformarse con un punto. El Palma ha terminado el año con dudas, pero firmes. Clasificados para la Copa de España y séptimos en liga. El conjunto balear no defrauda nunca a su afición y esperemos que el año que viene sigan las alegrías. Y por qué no, algún título.