Éste era el Mundial. Era la oportunidad. Tras varios años de lucha, las ‘Guerreras’ no han conseguido aprovechar la inercia positiva que llevaban. Es verdad que la actual selección está sufriendo una regeneración pero, aún así, el equipo ha plantado cara.
Una fase de grupos casi perfecta. Todo bajo el guión previsto. Victorias “plácidas” ante Angola, Eslovenia y Paraguay. Empate justo ante Francia y derrota, por la mínima, ante Rumania. Al llegar la última jornada del grupo, la selección de Carlos Viver quería evitar a Noruega y para ello tenían que ganar a Eslovenia y que las noruegas ganasen a Suecia. España cumplió, Noruega no.
Una vez más se enfrentaron España y Noruega. Era un reto difícil. España casi nunca ha podido con la selección del norte. A pesar de la mentalidad positiva de las ‘Guerreras’ y del apoyo de una cincuentena de aficionados españoles, España no obtuvo su merecida recompensa.
La selección española completó su actuación menos convincente. A Noruega, última campeona del Mundo y Europa, no se le puede hacer la mínima concesión; si no, “te pasa por encima”. Las noruegas supieron leer el juego de España anticipándose y recuperando balones. La jugadora nórdica Mork dio un recital (11 goles). También hay que decir que, ante éstas “máquinas” poco se puede hacer.
España se sentía desbordada. Las jugadoras no veían el balón. No jugaron como nos tenían acostumbraos. Aceleradas e imprecisas. No todo el mundo tiene su día, podemos pensar. Ni siquiera Nerea Pena, la jugadora encargada de llevar el peso ofensivo, estuvo acertada. Cosa que no nos permitió soñar.
España se va a casa con la cabeza alta pero con la duda de saber si este era su techo en el Mundial. Esperemos que las ‘Guerreras’ vuelvan a hacernos vibrar en los próximos torneos. Su lucha y su garra que siempre nos tiene pegados a la pantalla a los amantes del deporte.