Esta temporada tenía que ser la de la confirmación del Atlético Baleares y debía hacerse un hueco dentro del fútbol de nuestra comunidad, después que tras muchos años jugaba en la misma categoría que su eterno rival el Real Mallorca. Ingo, su propietario, se “calentó” como se suele decir en estos casos y quiso darlo todo económicamente para reforzar la plantilla y luchar por el ascenso. Los fichajes al principio no eran los que se esperaban pero se confeccionó un equipo con aspiraciones para estar en la zona alta. En los primeros partidos , el equipo convencía, se ganaba fuera aunque en casa no había manera de sumar una victoria. Se culpó al terreno de juego pero a medida que han pasado los partidos esta excusa no ha servido. El juego insulso, malo y deslavazado ha hecho pensar que el mal estaba en el banquillo. Se puso en entredicho el trabajo del entrenador, que siempre tras los malos resultados daba la culpa a la mala suerte. Y ahora resulta que la culpa de los males los tiene Xisco, uno de los mejores jugadores del equipo. Se llego a decir dentro del club que su juego no era el más adecuado, que pasaba de todo y que no le convencían las ideas del entrenador. Hasta el punto que cuentan que el miércoles en el mismo aeropuerto de Ibiza cuando esperaban la salida del avión hacia Palma hubo algunas palabras entre los componentes de la misma plantilla que no veían con buenos ojos el pasotismo de algún que otro jugador.
Debido a todo esto el club decidió apartar a Xisco Hernández hasta el lunes. Hoy, el futbolista y ha pedido disculpas y se le ha dejado volver a la disciplina del equipo. Ahora, borrón y cuenta nueva.
Al At. Baleares se le está yendo de las manos la situación. O ponen orden dentro de dicha entidad o la gallina de los huevos de oro que tienen se cansará. Y les dirá adiós muy buenas.