"Cada torneo es una sensación diferente. Ganar un 'Grand Slam' siempre significa muchísimo porque son cosas que ya quedan para el resto de la vida y cada uno que sumas es mucho. Muy feliz, muy agradecido a todo el mundo que ha trasnochado un poco para seguirme. Sin el cariño y el apoyo de la gente se podría ganar pero no sería igual de especial", indicó en una entrevista con Eurosport.
El balear sumó su tercer título en el Abierto de Estados Unidos con una sólida actuación en tres sets (6-3, 6-3, 6-4), rubricando una segunda semana sin fisura. "Dije que el partido de Mayer podía ser un cambio de dinámica y lo fue. A partir de ahí jugué a un nivel alto otra vez y a parte mentalmente creo que gestionaba bien todos los momentos", apuntó.
"He competido bien. Las semifinales fue un partido muy completo. Hoy era un partido difícil. Sabía que él jugaría agresivo que no iba a poder tener la sensación de comodidad. Creo que he gestionado bien el partido. Me costó hacer el 'break' en el primer set, también hay nervios, pero al final él cometió ese error con su derecha y a partir de ahí el partido se abrió un poco más de mi lado", añadió.
El de Manacor reconoció que estudió el partido de semifinales entre el sudafricano y el también español Pablo Carreño. "Vi el partido con Pablo, que restaba adelante, y él encontraba fácil las zonas. Si me voy cinco metros atrás a lo mejor sería difícil para mí al principio pero podría meterle bolas en la pista e intentar cansarle un poco más", explicó.
"Después me voy adelante como para decir 'también puedo restar delante' y más que para un bien mío, lo hago para incomodar y hacerle pensar un poquito", añadió, antes de valorar su temporada y la de Roger Federer, ganador de los otros dos 'grandes' de la temporada.
"Era improbable que ocurriera lo que ha ocurrido, que después de bastantes años sin ganar ganara dos 'grandes' este año y yo un poco mismo, saliendo de problemas de continuidad. Las dinámicas cambian y si estamos sanos se han dado un cúmulo de circunstancias que nos llevado a este camino. Creo que hemos hecho un año fantástico y es para estar satisfechos", apuntó.
Aún sobre la pista de la Arthur Ashe, el balear comenzó su discurso en la ceremonia de entrega de trofeos felicitando a su rival. "Eres un ejemplo. Después de lesiones has vuelto mejor que nunca", dedicó al sudafricano, antes de valorar su gran temporada.
"Es increíble. Después de lo que he pasado en los últimos años desde el principio esta temporada ha sido muy emocionante. En Australia jugué muy bien y cerrar los 'grandes' ganando en Nueva York es para estar muy feliz", indicó el también campeón de Roland Garros, dando las gracias a la afición, a su familia y a su equipo.
En cuanto a su banquillo, Nadal fue preguntado por su tío Toni, quien le acompañó en su último 'grande'. "Es un enseñanza diaria. No le podré agradecer nunca lo suficiente. Sin él nunca hubiera jugado al tenis. Me dio la motivación para entrenar duro y pude superar todos los problemas que he ido teniendo gracias a que me hizo más fuerte", explicó.