Es indignante que trabajadores, que cobraban poco más de 1.000 euros paguen los platos rotos del descenso, y los grandes ejecutivos sigan escondidos y sin explicar los movimientos que van a llevar a cabo. Maheta Molango no aparece en escena desde la presentación de Vicente Moreno y la última imagen de Javier Recio, facilitada por el club, es sellando el acuerdo con Abdon Prats.
Ya en la parcela deportiva, el club tampoco ha ilusionado a una afición desencantada con los nuevas incorporaciones. Han llegado futbolistas de buen nivel en Segunda B, pero pocos conocidos para el aficionado. Otros equipos como el Elche, están firmando a futbolistas que el pasado año jugaron en Segunda A y que destacaron en la categoría de bronce. Veremos qué sucede en las proósimas semanas, pero hasta el momento el proyecto en Segunda B ilusiona más bien poco.
Lo que es evidente es que por el momento se marchan los que deberían quedarse y otros que se quedan ya no deberían estar.