Según recoge el consistorio en una nota de prensa, el regidor de Igualdad, Juventud y Derechos Cívicos, Aligi Molina, ha recordado que en 2017 "ha empezado con el peor periodo de violencia machista de los últimos 10 años".
"Tenemos que activar un estado de alarma social en el cual cada persona en Palma sea un agente contra el machismo, éste es el mensaje del Pacto Social al cual nos hemos adherido", ha defendido.
Molina ha reiterado el compromiso del Ayuntamiento para trabajar por "mejorar los servicios de atención a las víctimas de violencia machista, para mejorar la coordinación, dedicando más recursos".
En virtud del acuerdo alcanzado este jueves, el pleno del Ayuntamiento manifiesta su "rechazo" y "condena contundente" a las violencias machistas y a los fundamentos de la desigualdad que las sostienen.
Además, identifica "las diferentes formas de ejercer las violencias machistas y la diversidad de las personas que las sufren" y se compromete a implicarse "de forma activa en la investigación" y "la construcción de un espacio libre de violencias machistas".
Otro compromiso pasa por hacer visible "el hecho que las violencias machistas no pertenecen al ámbito privado, sino que son un problema de toda la sociedad, tanto de los hombres como de las mujeres", y reconocer "que las desigualdades están arraigadas en la idea de la superioridad de los hombres sobre las mujeres y en la imposición de un único modelo de ser y de comportarse según el género".
Además, el pleno promete apoyar "a las mujeres que han sufrido o sufren violencias machistas, respetando sus decisiones y los complejos procesos donde están inmersas", y exigir "a las instituciones que aseguren la protección y el apoyo necesarios a las mujeres afectadas y a sus hijos, así como a las personas que dependan, mediante la dotación de recursos suficientes y una coordinación efectiva".
También, los regidores se comprometen a trabajar "para que las generaciones futuras se construyan sobre el respeto y el trato igualitario y no discriminatorio por razones de sexo, de orientación sexual o de identidad de género", rechazar "las agresiones machistas" y denunciar "las situaciones de desigualdad y violencia".
"En definitiva, nos comprometemos a construir una ciudadanía respetuosa con la diversidad, libre de cualquier tipo de violencia machista, abierta e inclusiva desde una actitud proactiva", concluye el acuerdo.