"Espero recuperarme bien, eso lo primero", dijo Nadal después de su gran batalla contra Dimitrov de cuatro horas y 56 minutos. "Para mi es un privilegio, para los dos es muy especial competir de nuevo en una final, después de atravesar ambos muchos problemas", apuntó.
"Él estuvo en la apertura de mi academia en Mallorca, le doy las gracias por eso. Hemos tenido lesiones, él en la rodilla, yo en la muñeca", recordó Nadal todavía en la pista Rod Laver Arena.
"He trabajado mucho en casa, y nunca soñé estar en la final del Abierto de Australia en el segundo torneo en el que compito, estoy muy feliz", reiteró el español.
Nadal, tras ganar el encuentro a la tercera oportunidad, se tiró al suelo, y estuvo durante unos segundos cabeza abajo, asimilando una gran victoria, épica, que recordó la que obtuvo aquí hace ocho años, cuando derrotó también en semifinales a su compatriota Fernando Verdasco, en cinco horas y 14 minutos. Para luego vencer a Federer en otra gran batalla en cuatro horas y 23 minutos.