Según ha informado el Consistorio este sábado en nota de prensa, el servicio de protección de la edificación del área de Modelo de Ciudad ha precintado el edificio situado en la calle Manacor, número 63. Los técnicos han tomado esta decisión tras realizar una nueva inspección al inmueble a raíz de un informe que los bomberos emitieron después de que se declarara un incendio recientemente.
El área de Modelo de Ciudad del Ayuntamiento de Palma ya tiene un expediente abierto de este inmueble desde el año 2012 motivado por una ITE desfavorable y dictó retirada de cualquier elemento inestable de la fachada. Esta semana los técnicos han llevado a cabo una nueva inspección y han comprobado que el edificio es inestable, tiene zonas parcialmente apuntaladas, muchas viguetas están oxidadas y por tanto han perdido capacidad de apoyo. Además, el informe técnico alerta de un estado de degradación y suciedad muy importante, y de que por tanto no cumple con las condiciones mínimas de habitabilidad.
Como consecuencia de esta inspección, el servicio de protección de la edificación ha precintado el edificio y dictado medidas cautelares que la propiedad deberá ejecutar con máxima urgencia. Principalmente, las medidas cautelares dictadas son prohibir el uso del edificio, apuntalar la totalidad de los forjados, eliminar elementos inestables tanto de la fachada como de la cubierta, y tabicar los accesos.
Además, el servicio técnico ha considerado que la inestabilidad estructural es importante y por tanto decretará la ruina técnica de carácter inminente, puesto que los daños no son reparables por medios normales y requiere una demolición total del edificio.
El informe técnico resuelve que se ha llegado a esta situación por el nulo mantenimiento del edificio, puesto que nunca se han acometido obras de conservación, y un proceso de degradación de las estructuras principales de apoyo --muros de carga, cubiertas, fachadas, etcétera--.
La regidora del área de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, ha alertado que la protección y actuaciones sobre el patrimonio privado son una obligación de los propietarios. Además, ha recordado, "la prioridad para el área es la de garantizar la seguridad e integridad de las personas y por tanto la propiedad tiene que actuar para evitar que entren personas, y desalojar los ocupantes. Al mismo tiempo que actúa de forma urgente para garantizar la estructura, y finalmente demuele el edificio".