En concreto, el local afectado tenía una concentración de 3.000 partículas de CO2, cuando el máximo permitido es de 800.
Esta actuación se enmarca en los dispositivos antibotellón y de actividades que se hacen cada fin de semana de manera coordinada con Policía Nacional y otras administraciones públicas.
Se han vuelto a controlar polígonos, donde se han erradicado los macro botellones, se ha actuado en Playa de Palma y en puntos estratégicos de la ciudad como Paseo Marítimo, Santa Catalina y Sant Magí, Sa Feixina, plaza Gomila y nuevos lugares detectados como Na Burguesa (también erradicado) y alrededores del cementerio de Génova.
El dispositivo ha incluido controles de alcoholemia y cierre de calles con el objetivo de evitar, en la medida de lo posible, aglomeraciones en un contexto de emergencia sanitaria. Se han controlado 209 vehículos, y se ha sancionado a una decena de conductores, dos por etilometrías judiciales y ocho administrativas.
Además, se han levantado 68 actas, la mayoría por botellón, por incumplimientos de normativa Covid o por incumplimientos de las licencias de actividades.
Se han suspendido varios eventos, si bien desde la Policía han matizado que la mayoría de establecimientos han cumplido con las medidas sanitarias pertinentes.
Al margen del dispositivo antibotellón, se han dado casos de violencia de género, agresiones, delitos de daños, lesiones, robos, conducción bajo los efectos del alcohol, y un caso de distribución de moneda falsa la zona del Paseo Marítimo, entre otros.