Unas alegaciones relacionadas con la zona ACIRE de la calle Bonaire y otras calles del centro de Palma que, según ha explicado el presidente de Afedeco, Antoni Gayà, vienen avaladas por el letrado Santiago Fiol Amengual quien, de manera taxativa, reconoce que el momento actual no es el más propicio para hacer “experimentos” y que plantear un ACIRE en esta tesitura, con muchos comercios cerrados tras la pandemia, no es prioritario.
Tanto para Afedeco como para Pimeco, y las dos asociaciones de restauración que apoyan las alegaciones, antes que prohibir el acceso y estacionamiento en el centro de Palma, el Ayuntamiento podría emplear sus energías en mejorar y abaratar el transporte público, así como mejorar los servicios que presta y que sea más accesible a los ciudadanos.
La ampliación del ACIRE del centro no se sostiene jurídicamente porque en el PMUS vigente no se contempla esta actuación, alegan. “Creemos que limitar los derechos de los ciudadanos solo es fruto de una ocurrencia que carece de amparo legal. Nos estamos planteando emprender acciones legales para frenar esta acción que carece de consenso”, ha enfatizado Gayà.
Por su parte, desde Pimeco, Bernat Busquets reconoce que los vecinos no han sido llamados a consulta y que entre ellos cohabita una inseguridad porque no saben cómo se les resolverá el acceso a sus garajes, viviendas, propiedades o cualquier otro inmueble que exista en la zona afectada.
"¿Quién va a querer venir de otros puntos de Mallorca si todo son restricciones, prohibiciones y multas? El equipo de gobierno tiene una especial predilección por los macro centros comerciales de la periferia. ¿Qué va a pasar con todos los comerciantes o ciudadanos de a pie que pagan el impuesto de circulación para aparcar por la zona, porque tienen su lugar de trabajo en el centro?" son preguntas que quedan en el aire "en este plan que parece haber sido sacado de una chistera", han señalado los comparecientes.
Alfonso Robledo, presidente de Caeb Restauración, tacha de vergüenza el cierre de las calles. “No podemos permitir este cierre sin que se cuente con nosotros. Tenemos otros ejemplos, como son la calle Fábrica o el Paseo Marítimo, que han dejado de ser zonas de paso y han perdido afluencia. Es una barbaridad y no debemos permitirlo. El comercio tiene que convivir con la restauración, no se puede vivir solo del ocio”.
Para el vicepresidente de Afedeco y, además, presidente de la Asociación de Distribuidores ADED, Bartolomé Servera, “a nosotros, como distribuidores, nos perjudica enormemente esta medida, que está basada en una mentira, porque no tendremos forma de llegar a los establecimientos. Ya pusimos un ultimátum al ayuntamiento y, en los próximos días demostraremos que no íbamos de farol. Los proximos días 21 y 22 de julio dejaremos de suministrar a la calle Unión y la plaza del Mercat. El ayuntamiento está llevando a la ruina a todo el que genera riqueza en la ciudad. Le pido al alcalde que me diga, con nombres y apellidos, quién apoya este plan”. Servera ha lamentado la incapacidad de los responsables municipales de gestionar acciones y recursos públicos.
Por su parte, el vicepresidente de Afedeco y portavoz de Palma, Miguel Ángel Salvá, ha añadido que “cuando nos comparan Palma con otras ciudades europeas, se olvidan de decir que estas ciudades -como París, Berlín, Bruselas, etcétera...- resolvieron antes la problemática del transporte. Nosotros, como lo hacemos todo al revés, tenemos la red de autobuses más contaminante de Europa y Palma es, sin duda, la ciudad más sucia de Europa".
"Desde los sectores que representamos", ha añadido Salvá, "consideramos que la ampliación de la zona ACIRE de la calle de Sant Jaume se hace con abuso de autoridad y desviación de poder y desde Afedeco y Pimeco anunciamos que hacemos expresa reserva de acciones legales contra la continuación de la tramitación del presente expediente por los motivos que anteceden".