La decisión de aplicarle el artículo 86.4 del Reglamento Penitenciario sobre control telemático lo ha propuesto la junta de tratamiento de Zaballa, contando con el visto bueno de la Secretaría General dependiente del Ministerio del Interior, según ha adelantado 'El Correo' y confirman a Europa Press fuentes penitenciarias.
Instituciones Penitenciarias ha dispuesto que Urdangarin en adelante 'fiche' de forma presencial una vez a la semana, salvo si coincide con alguno de sus viajes fuera de España, cuando entonces sí podrá hacer esta gestión vía telefónica.
Urdangarin disfrutaba desde febrero del régimen de semilibertad y ahora se ha dado un paso más al no tener que volver a prisión a dormir. En la decisión se ha tenido en cuenta su buen comportamiento y el cumplimiento del programa para presos por delitos económicos, según confirman las citadas fuentes.
El pasado mes de febrero, Instituciones Penitenciarias autorizó a Urdangarin para seguir cumpliendo su condena por el 'caso Nóos' en la sección abierta de la prisión alavesa, después de que le fuera concedido el tercer grado un mes antes.
El traslado desde Madrid a Álava permitió al marido de la infanta Cristina disfrutar de los fines de semana libres cerca de Vitoria, donde reside su madre, así como realizar el programa de tratamiento por delitos económicos desde la sección abierta de Zaballa, a donde tenía que volver hasta ahora para dormir. También compagina lo anterior con un nuevo empleo.
A finales de enero, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla y León, con sede en Valladolid, estimó el recurso de Iñaki Urdangarin y le concedió el tercer grado penitenciario, por lo que ya desde entonces estaba en semilibertad y sólo tenía que dormir a diario en el Centro de Inserción Social (CIS) de Alcalá de Henares (Madrid).
El juez revocó la resolución del director general de Ejecución Penal y Reinserción de 30 de diciembre de 2020, que aplicaba el principio de flexibilidad del 100.2 a su clasificación en segundo grado y destino en el citado Centro de Inserción Social.
Urdangarin eligió la cárcel de mujeres de Brieva, en Ávila, para cumplir su condena a cinco años y diez meses por corrupción en el 'caso Nóos', ingresando por primera vez el 18 de junio de 2018. La decisión de mantenerse aislado en un módulo sin contacto con otros presos ha sido motivo de discrepancias entre el juez de vigilancia e Instituciones Penitenciarias.
Hasta su tercer grado, Urdangarin ha disfrutado de otros permisos de salida, así como para asistir a voluntariado en una ONG de Pozuelo de Alarcón (Madrid), en aplicación del artículo 117 del Reglamento Penitenciario.