Según ha explicado De Juan en rueda de prensa, "en 2020 hubo dos casos confirmados de explotación sexual infantil, de los que solo uno correspondió a un menor tutelado". Hay que recordar, ha puntualizado, que "en el año 2019 hubo nueve casos de explotación sexual infantil confirmados".
Esta comparativa, ha precisado el presidente del IMAS, "da una ligera idea de la bajada de lo que ha sido esta problemática aunque hay que ser muy prudente porque a nadie se le escapa que 2020 ha sido un año especial por la COVID-19".
Por este motivo, en el año 2020, se puso en marcha una comisión insular y se creó un Comité de Expertos independiente. También, se puso en marcha el primer centro para víctimas de explotación sexual comercial infantil y adolescente (ESCI) y se ha formado al personal en el tratamiento de víctimas. Además, se creó el Observatorio de la Infancia y Adolescencia de Mallorca y la Comisión de Familias Adoptivas de Mallorca.
El presidente del IMAS ha ofrecido todos estos datos en el acto de presentación de la Memoria 2020 del IMAS, aprobada este lunes por el Consejo Rector. De Juan ha estado acompañado en la presentación por el vicepresidente primero Jaume Tortella y la vicepresidenta segunda Magdalena Gelabert.
La Memoria del IMAS del año 2020 ha estado marcada por la crisis sanitaria y social de la COVID-19, dado que esta ha marcado una gran parte de las acciones desarrolladas por la institución este periodo.
Al respecto, ha señalado, "el IMAS ha tenido un papel fundamental en la protección tanto de los colectivos más vulnerables como de las personas que por primera vez se han visto obligadas a acudir a los servicios sociales como consecuencia de los efectos de la pandemia".
Por su parte, la vicepresidenta segunda del IMAS y portavoz de Unidas Podemos en el Consell, ha defendido la necesidad de continuar apostando por un cambio de modelo de atención a personas en situación de exclusión social.
"Durante la pandemia se ha apostado por un modelo de atención residencial más reducido para garantizar a las personas en situación de exclusión social vivir el confinamiento con garantías. Vamos a aprovechar esta inercia de cara al futuro y seguiremos trabajando para conseguir este cambio de modelo", ha incidido.
Para el IMAS, ante la situación de emergencia sanitaria y social derivada de la pandemia de la COVID-19, lo importante era atender, en todo momento, al mayor número de personas posible. Por este motivo, se puso en marcha un recurso telefónico que desde marzo hasta el 31 de diciembre 2020 atendió 5.200 llamadas.
Igualmente, se readaptaron programas para mantener el contacto telefónico con usuarios. En concreto, se hizo seguimiento telefónico directo a los más de 2.000 usuarios de los servicios ofrecidos por la Dirección Insular de Mayores y a más de 450 familias de acogida del área de Infancia y Familia.
Además, se incrementó la plantilla del IMAS en unas 200 personas y se convocaron ayudas a diferentes colectivos y entidades, como a las del tercer sector a las que se destinó una partida de 500.000 euros para la compra de EPIS.
El área de Mayores del IMAS ha sido una de las más afectadas por la COVID-19. Por ello, se han impulsado iniciativas adaptadas a las necesidades del momento por la vulnerabilidad de este colectivo ante el virus. Sin embargo, también se realizaron otras iniciativas que no estaban relacionadas con la crisis sanitaria.
En relación al tema de la pandemia, el conseller insular ha puesto en valor que el IMAS se coordinó con la Conselleria de Salud en la elaboración de protocolos de prevención en residencias y de actuación en casos de detectar positivos. También, se coordinó la distribución de material de protección a residencias, centros de día y servicios sociales municipales repartiendo 2,5 millones de unidades de material sanitario.
En la primera ola, se habilitó la planta nueve de La Bonanova. Y, en la segunda, se puso en marcha la residencia de Sa Riera. Con un total de 156 plazas repartidas en cinco plantas, este centro comenzó a operar en octubre y hasta el 31 de diciembre de 2020 atendió a 153 personas. Mientras, en la segunda ola, se hicieron 172 visitas a centros y se practicaron 15.000 PCR.
"La fluidez a la hora de aplicar un protocolo de aislamiento ante la aparición de positivos y, o bien, brotes ha hecho posible que el número de contagios en los centros gestionados por el IMAS haya sido mínimo, pero, incluso, se ha conseguido terminar el año con uno de los índices de mortalidad más bajos de todo el Estado. De hecho, entre los meses de marzo a diciembre del año 2020 la tasa de muertes en las residencias públicas ha sido un 20% inferior respecto del mismo período del año anterior", ha afirmado De Juan.
Respecto a las acciones llevadas a cabos desde el área de Infancia y Familia, se ha continuado trabajando para fomentar la acogida entre los niños. Durante el 2020, un total de 12 familias se han sumado al banco de más de 450 familias del que dispone el IMAS y que ya acoge a más de 530 niños en la isla.
Igualmente, ha recordado que durante el estado de alarma y para evitar que los menores acogidos pudieran ver mermado su bienestar, el IMAS abrió una partida de 507.007 euros en ayudas a aquellas familias perjudicadas por los efectos de la pandemia. También en ese periodo de tiempo se puso en marcha un programa de visitas domiciliarias a más de 300 niños.
Respecto a las actuaciones de protección de personas sin hogar, el área de Inclusión Social del IMAS en colaboración con la Dirección Insular de Deportes del Consell habilitaron el hipódromo de Son Pardo y el polideportivo de Sant Ferran para acoger unas 50 personas sin techo en cada uno de ellos.
Una vez finalizado el estado de alarma, el IMAS, con la Fundación la Sapiencia, abrió tres nuevos centros a la red de inclusión social para poder albergar 71 personas. A estos tres centros, hay que sumar, en octubre, un total de 160 plazas del hotel COVID. En total, hasta el mes de diciembre se atendieron 335 personas en el hotel.
El efecto económico de la crisis sanitaria se pudo comprobar, de igual modo, en el aumento de hasta el 200% en las peticiones de la Renta Mínima de Inserción en los meses siguientes al confinamiento.
Para el IMAS, el 2020 ha sido también el año de la consolidación de los programas de Housing First y Housing Led, de los que en el año 2020 se han beneficiaron 104 personas.
Según Gelabert, Housing First y Housing Led son "los programas que proyectan mayores garantías de éxito al impulsar la autoestima, la independencia y la capacidad de tomar decisiones propias desde un entorno seguro y digno".
En cuanto a los usuarios de la red de personas con discapacidad, el IMAS ha seguido prestando servicio de forma continuada a las 4.105 personas que la integran.
Además, ha concertado 1.170 plazas de servicios ocupacionales con diez entidades del sector, de las que se han beneficiado 1.800 personas.
Finalmente, con motivo de la pandemia, el IMAS puso en marcha un plan de ayudas urgente a los municipios, con un presupuesto de casi 3,6 millones de euros.
Este plan de ayudas complementaba los más de 11 millones y medio destinados a la financiación de los Servicios Sociales Comunitarios Básicos para garantizar servicios municipales de atención primaria.