Y es que el acto de inauguración ha contado con destacadas ausencias. Curiosamente, no ha habido ningún representante de Més per Mallorca, Unides Podem, ni El Pi cuando la obra fue aprobada por unanimidad en el pleno del Consell de Mallorca. De hecho, no se ha presentado al acto ni el propio conseller insular de Carreteres, Iván Sevillano, tan solo han estado presentes representantes del PP y del PSOE y alcaldes y regidores de los municipios de la zona de Migjorn.
Con todo, la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, acompañada por la consellera de Territorio, Maria Antònia Garcías, la alcaldesa de Campos, Francisca Porquer, el alcalde de Llucmajor, Éric Jareño, la alcaldesa de Santanyí, Maria Pons, y el primer teniente de alcalde de ses Salines, Miquel Rigo, han asistido, este lunes, a la apertura del desdoblamiento de la carretera que une Llucmajor con Campos (Ma-19) y la travesía de entrada a este último municipio.
Cladera ha indicado que se trataba de una infraestructura "necesaria para mejorar la seguridad de la vía, por la alta densidad de tráfico y siniestralidad que registraba, reclamada por una amplia mayoría social de la comarca del mediodía y que tuvo el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas en el Consell.
Por su parte, los alcaldes de los municipios del Migjorn se han mostrado muy satisfechos con la finalización de las obras. El alcalde de Llucmajor, Éric Jareño, ha asegurado que "estamos muy contentos, es un proyecto que hace años que tendría que haberse llevado a cabo. Estamos de enhorabuena ya que hoy pensamos que ningún tramo de tierra vale más que una vida".
El primer teniente de alcalde de ses Salines, Miquel Rigo, ha destacado que "la seguridad y las vidas humanas van por delante de todo, los que somos usuarios habituales de esta carretera hemos sufrido durante mucho tiempo este retraso".
También la alcaldesa de Campos, Francisca Porquer, ha celebrado que "por fin este proyecto es una realidad, quiero hacer una mención especial a todas las personas que han perdido la vida en esta maldita carretera".
Asimismo, la alcaldesa de Santanyí, Maria Pons, ha señalado que "somos el final de este itinerario desde Palma y para nosotros es una seguridad y una comodidad, estamos muy satisfechos con esta carretera".
La presidenta ha atendido a los miembros de la Plataforma Antiautopista, que estaban allí presentes, y ha escuchado sus reivindicaciones. "Los gobernantes del Consell de Mallorca inauguran la autopista de las mentiras y la falta de transparencia", ha asegurado Pep Juarez, miembro de la plataforma, añadiendo que "la autopista de la vergüenza para muchos de los políticos responsables de su construcción que se esconden".
En una nota de prensa, la institución insular ha explicado que parte del equipo técnico del Consell han explicado el proyecto para mejorar la seguridad de una de las vías con mayor índice de siniestralidad de la isla debido al elevado número de entradas a fincas y caminos y la afluencia de vehículos que transitan.
Este tramo de la Ma-19 tiene una intensidad media de vehículos diarios que se acerca a los 25.000 y el crecimiento del tráfico desde 2015 ha sido de cerca de un 20%.
Este hecho, según el Consell, además de circulación lenta y retenciones, venía provocando numerosos accidentes y de consecuencias cada vez más graves. En concreto, desde 2006, ha habido 195 siniestros con 13 víctimas mortales y más de 200 heridos.
El actual proyecto reduce en 42.000 metros el impacto sobre el territorio respecto al inicial, pasando de los 350.000 metros cuadrados afectadas a 308.000. En concreto, se estrechado la media al mínimo que permite la normativa y donde lo ha permitido la orografía del terreno se han acercado los caminos de servicio a la carretera, que dispone de dos carriles por sentido con el mínimo de ancho que permite la normativa.
El proyecto también ha servido para embellecer el kilómetro y medio de la travesía que pasa por Campos con la ejecución de dos carriles de tres metros de ancho y pasos elevados que obligan a reducir la velocidad de los coches.
Las obras se han complementado con un centro de interpretación patrimonial de los elementos comprendidos dentro del área de afectación del proyecto donde se ha conservado un viejo aljibe y una cueva y donde, además, se ha reubicado la barraca de Son Isern.
Además se han plantado unos 12.000 nuevas especies de arbustos y se han replantado otros 200 provenientes de áreas afectadas por las obras. Las obras, que comenzaron en octubre de 2018, han tenido un plazo de ejecución de 32 meses y un presupuesto final 34 millones y medio de euros.