>> Ambas instituciones fomentarán la cooperación científica y asistencial y el desarrollo de programas conjuntos de sensibilización en beneficio de la salud de más de 4.500 personas que padecen esta enfermedad en Mallorca
La Escuela Universitaria ADEMA, a través de su Fundación ADEMA+, ha firmado un acuerdo de colaboración con la Asociación de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa de Mallorca (ACCU Mallorca) para fomentar la cooperación académica y asistencial entre ambas entidades.
Gracias a este convenio, los miembros de ACCU-Mallorca podrán beneficiarse de los servicios de la Clínica Universitaria de Nutrición ADEMA, donde recibirán atención personalizada adaptada a sus necesidades específicas. Este acceso incluye asesoramiento nutricional especializado, seguimiento continuo y la implementación de planes diseñados para mejorar su calidad de vida y bienestar general, en consonancia con los últimos avances en salud y nutrición.
Según ha explicado la jefa de Estudios del Grado en Nutrición Humana y Dietética, la doctora Alicia Julibert, “la participación de nuestros estudiantes en el asesoramiento nutricional refuerza nuestra colaboración y compromiso con ACCU, permitiendo que el alumnado refleje de manera práctica los conocimientos adquiridos con personas que necesitan de un tratamiento dietético especializado, como son los usuarios de ACCU. Estas prácticas estarán supervisadas y guiadas por dietistas-nutricionistas de la Clínica Universitaria de Nutrición ADEMA, garantizando una asistencia clínica de máxima calidad a la mejora del bienestar de los usuarios de la asociación”.
El convenio también promueve un intercambio continuo de información, y experiencias entre ambas instituciones. Este flujo de conocimientos busca enriquecer tanto a los docentes y estudiantes de ADEMA como a los miembros de la asociación, generando nuevas perspectivas y soluciones en el manejo de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII).
En el ámbito académico y científico, la doctora Julibert ha detallado que “se desarrollarán conjuntamente seminarios, cursos y talleres abordando temas relevantes para ambas partes. Estas actividades tienen como objetivo no solo actualizar conocimientos, sino también sensibilizar y formar a la comunidad sobre las necesidades y desafíos que enfrentan las personas con enfermedades como el Crohn (EC) y la Colitis Ulcerosa (CU)”.
Para Diego González, presidente del Patronato de la Escuela Universitaria ADEMA, “este convenio refleja el compromiso del ámbito académico con el bienestar social, al abordar necesidades reales de la comunidad y formar profesionales con una sólida vocación de servicio y responsabilidad hacia su entorno. Una de las fortalezas de nuestro centro es la metodología innovadora educativa basada en proyectos de aprendizaje por proyectos y de servicios, donde el alumnado colabora y trabaja en espacios reales”.
“Este acuerdo consolida una relación basada en el compromiso compartido de ambas instituciones para mejorar la calidad de vida de los pacientes y fomentar la formación de futuros profesionales con un enfoque humano y social”, ha asegurado González.
Por su parte, la secretaria de ACCU-Mallorca, Esther García, ha mostrado su satisfacción por este acuerdo que “refuerza nuestras ganas y capacidad de brindar apoyo integral a nuestras personas usuarias, mientras que ayudamos a promover conocimiento y sensibilización sobre estas patologías que padecen alrededor de 4.500 pacientes en Mallorca”.
La EII incluye a un grupo de trastornos clínicos, de origen inmunológico, que se caracterizan por ser procesos inflamatorios crónicos. Estos procesos alternan episodios de inflamación, conocidos como “brotes”, con periodos asintomáticos, lo que se conoce como “remisión. La EII puede afectar a cualquier parte del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano, dependiendo de la afección. Las dos formas principales de EII son la EC y la CU.
Se desconoce la causa exacta de la EC y la CU. Sin embargo, se cree que la EII ocurre debido a una reacción inflamatoria anormal y exagerada del sistema inmunitario frente a factores ambientales (malos hábitos dietéticos, la exposición a tóxicos, infecciones, fármacos y el estrés crónico) en personas con cierta predisposición genética.
La EII se caracteriza principalmente por síntomas crónicos como dolor abdominal, diarrea, emisión de sangre con las heces (rectorragia) y, en ocasiones, fiebre. Estos síntomas suelen derivar en pérdida de peso, disminución del apetito, deficiencias nutricionales, así como una interferencia en las actividades diarias y el bienestar general de las personas afectadas.
Durante su desarrollo se pueden presentar complicaciones, tanto intestinales (oclusión intestinal, fístulas, abscesos, deficiencias nutricionales, etc.), como manifestaciones fuera del intestino (dermatológicas, reumatológicas, oculares y hepatobiliares). Su cronicidad, los controles periódicos, un tratamiento farmacológico continuado y la posible necesidad de intervenciones quirúrgicas tienen una gran repercusión en la vida familiar, laboral y social del paciente lo que condiciona considerablemente su percepción de salud física y psicológica general, contribuyendo a una disminución significativa de su calidad de vida.
El tratamiento de la EII es complejo y muy variable de un paciente a otro por lo que requiere un enfoque muy individualizado. El objetivo del tratamiento es la desaparición de los síntomas, la restauración de la calidad de vida de los pacientes, así como evitar la progresión de la enfermedad y sus posibles complicaciones. Por ello, es fundamental un enfoque interdisciplinar en su tratamiento, con el equipo médico, el dietista-nutricionista y el psicólogo para abordar de manera integral los síntomas y su impacto en la calidad de vida del paciente.
Ante enfermedades como la EII, es fundamental acudir al médico para obtener un diagnóstico confirmado que permita iniciar un tratamiento adecuado. Además, contar con el apoyo de una asociación como ACCU-Mallorca puede marcar una diferencia significativa en la vida de los pacientes. Estas entidades no solo ofrecen ayuda emocional y asesoramiento, sino que también facilitan la conexión con otras personas que enfrentan los mismos retos, creando una red de apoyo esencial para mejorar el bienestar general.