Unas declaraciones que ha realizado en el marco de ponencias del curso Experto Universitario en Migraciones en el Mediterráneo de la UIB. Nos amplía la información Laura Benavent
Según González, las pruebas dentales están reguladas por la Ley de Extranjería desde 2000, pero se deben emplear únicamente cuando sean estrictamente necesarias y respeten los derechos de los menores. Además, ha señalado que vincular estas pruebas a estereotipos de delincuencia resulta ineficaz y perjudicial. Esta postura surge tras la petición de Vox de incluir dichas pruebas como condición para aprobar los presupuestos autonómicos de 2025 en Baleares.
El académico ha insistido en la necesidad de tomar decisiones basadas en evidencias científicas, consultando a expertos y académicos, y evitando que los debates migratorios se reduzcan a mensajes simplistas o alarmistas. González subrayó que las migraciones no van a desaparecer, ya que forman parte de la dinámica global influida por factores como el cambio climático, conflictos y desigualdades económicas. Por ello, sugiere que se habiliten vías legales de entrada para garantizar una gestión ordenada y segura.
El flujo migratorio hacia Baleares ha aumentado significativamente en los últimos años, poniendo a prueba los recursos humanos y materiales para atender esta realidad cambiante. González enfatizó que la solución no pasa por medidas de emergencia, sino por una planificación estructurada que garantice la protección de los menores migrantes, quienes están bajo tutela de las comunidades autónomas, y que se refuercen las capacidades de rescate en el mar para evitar riesgos.