Gracias a este ajuste, los españoles han podido dormir una hora más esta noche. El cambio al horario de invierno, que se realiza cada año el último domingo de octubre, tiene como objetivo un posible ahorro energético. Según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), este cambio puede llegar a reducir el consumo de electricidad en un 5%, lo que supondría un ahorro anual de aproximadamente 90 millones de euros en los hogares españoles.
Sin embargo, el impacto real del ahorro energético ha sido motivo de debate en la Unión Europea. Un informe de la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo de 2018 señalaba que los beneficios de este cambio horario pueden ser marginales y no garantizan un ahorro significativo, especialmente en lo que respecta a la calefacción.
El debate sobre la eliminación del cambio de hora ha estado presente en la Unión Europea desde 2018, cuando una consulta pública reveló que más del 80% de los ciudadanos estaban a favor de suprimir esta práctica. Aunque la Comisión Europea propuso que 2019 fuera el último año con cambios de hora, la falta de consenso entre los Estados miembros ha pospuesto cualquier decisión definitiva.
En España, la normativa vigente establece que el cambio de hora continuará, al menos, hasta 2026, con el horario de verano comenzando el último domingo de marzo y el de invierno el último domingo de octubre.