El incidente tuvo lugar la madrugada del pasado martes. La sala 092 comisionó a varias patrullas de la UNOC (Unidad Nocturna), para que se dirigieran a un local de comida rápida donde un individuo había agredido a una camarera y realizado daños en las instalaciones.
Cuando los agentes llegaron al lugar, contactaron con el responsable del negocio, un joven español, de 25 años, quien les dijo que una persona había entrado en el establecimiento con una actitud alterada y agresiva y, sin decir nada, había golpeado repetidamente a la camarera y, después, había roto una mampara de metacrilato. Al mismo tiempo, y según el relato del responsable del negocio, esta persona les acusaba de haber ayudado a escapar una mujer de aspecto subsahariano que le había robado, momentos antes, 300 euros.
La camarera agredida, de nacionalidad nigeriana y 44 años, que presentaba el rostro inflamado y enrojecido por la agresión, confirmó la versión facilitada anteriormente por el encargado.
El presunto autor de los hechos, de nacionalidad británica y 32 años, que presentaba síntomas compatibles con la ingesta de alcohol, manifestó que estaba andando por la calle cuando una mujer de apariencia subsahariana le empezó a manosear por encima la ropa y le sustrajo 300 euros que llevaba en la cartera.
Al darse cuenta la persiguió y vio como se introducía en el local en cuestión y los trabajadores la ayudaban a esconderse.
Los policías informaron a todos los intervinientes de la confección de un informe judicial y de las opciones que tenían todos ellos si querían denunciar los hechos.