Al llegar, los agentes observaron que la puerta estaba abierta y se veía como en el interior había muchos objetos rotos tirados por el suelo, puertas arrancadas de los marcos y la televisión con la pantalla partida.
Antes de entrar, los agentes anunciaron en voz alta su presencia y, después, localizaron en el salón a dos mujeres muy alteradas y llorando; la mujer adulta resultó ser la agredida y la otra, menor de edad, hija de la pareja.
Después de confirmar que en principio no presentaban lesiones graves, les preguntaron por el agresor, a lo que su pareja contestó que estaba en el dormitorio y que era el responsable de todos los desperfectos de la casa.
Conducidos por la mujer, los agentes entraron en el dormitorio donde encontraron a un hombre en un evidente estado de embriaguez que les dijo que había subido después de consumir unas copas en el bar y, sin saber por qué, su hija le había atacado con un vaso de cristal, puesto que así se lo había dicho su madre.
Con todos estos indicios, los policías detuvieron al hombre, de nacionalidad colombiana y 34 años, por un presunto delito de violencia de género y mientras esperaban un vehículo para trasladarlo al edificio de San Fernando, empezó a despreciar a los agentes y a amenazar gravemente a su pareja y a su hija.
Simultáneamente y en el salón de la casa, uno de los agentes se entrevistaba con la víctima de la agresión que le explicó que, cuando el hombre había vuelto del bar, había empezado a discutir por una cuestión de celos, al mismo tiempo que empezaba a romper objetos. En aquel momento, se acercó y cogiéndola por la ropa, le dio un cabezazo.
Continuó explicando que la hija, que estaba siendo testigo, con el temor de que continuara la agresión, cogió un vaso de cristal y le dijo que la dejara.
El hombre, no solo no se paró, sino que empezó a perseguirla rompiendo todo lo que encontraba a su paso. Finalmente, la joven consiguió salir a la calle y desde allí telefoneó al 112 requiriendo la presencia policial.
La División de Policía Judicial, inició las diligencias policiales que, una vez concluidas, fueron trasladadas, junto con el detenido, al Juzgado de Guardia.
La valoración del riesgo realizada por la Unidad de Protección Familiar (UPFA) dio un resultado MEDIO; por lo tanto, se adoptaron las medidas oportunas para su protección establecida al protocolo VIOGEN.