El presidente ha explicado que el Partido Popular se opone al desarrollo del proyecto porque “estamos aquí
para mejorar la vida de los mallorquines y para apoyarlos en sus reivindicaciones”.
Llorenç Galmés ha defendido que “no se entiende otra forma de hacer política que escuchando de cerca las problemáticas. Por ello, “hemos convocado esta reunión para sentarnos juntos y aquellos que resultan perjudicados puedan compartir sus preocupaciones”. “La voz que importa es la de los ciudadanos, y en este caso los vecinos, los ayuntamientos, los agricultores y las asociaciones ya han hablado”.
Galmés ha añadido que “entendemos que estas instalaciones tendrían un impacto negativo tanto en el bienestar de los vecinos como en el territorio en el que se establece” y ha remitido a la “ya existencia de informes negativos y
desfavorables por parte de las instituciones, en concreto de la Conselleria de Agricultura, del Ayuntamiento de Sineu y el Consell de Mallorca.