El rápido aumento del caudal sorprendió a los habitantes de la zona, quienes han descrito momentos de miedo al ver cómo las aguas se desbordaban con furia. Los residentes de Estellencs han vivido horas de angustia, preocupados por la posibilidad de nuevos desbordamientos. La tormenta ha sido un recordatorio de la importancia del mantenimiento regular de los torrentes para evitar tragedias. Los restos de cañas, ramas y escombros arrastrados por el torrente aún permanecen esparcidos por el área. Y la costa ha cambiado su color del azul marino al marrón.
Aunque la tormenta de ayer ya ha causado estragos significativos, lo más preocupante está aún por llegar. Hoy miércoles, toda la isla de Mallorca se encuentra en alerta naranja, con previsiones de lluvias acumuladas de hasta 40 litros por metro cuadrado y posibles tormentas.