Con la llegada de las vacaciones escolares de verano, muchas familias no tienen más remedio que llevar a sus hijos a escuelas de verano para poder conciliar su vida laboral y familiar.
En el caso de las familias de niños y jóvenes con discapacidad, las escuelas de verano se han convertido en un servicio muy necesario para estos menores ya que les permite seguir con las rutinas aprendidas durante el curso, además de pasárselo bien y disfrutar.
Desde hace 29 años, la Asociación de Madres y Padres de Personas con Discapacidad de Baleares organiza estas escuelas de verano. Un espacio inclusivo y adaptado que ofrece a los menores actividades lúdicas, educativas y terapéuticas.
Sin embargo, este tipo de ocio adaptado no está al alcance de todas las familias, al tratarse de un servicio muy costoso y que hasta la fecha asumían las entidades y las familias. Ante esta situación, este año, por primera vez, 150 familias se han beneficiado de la gratuidad de la escuela de verano gracias a la bonificación del Govern.
Este año, más de 300 personas han participado en el campus de verano de Amadiba en Mallorca. Una escuela que finalizará este jueves con el festival que tendrá lugar en el CEIP Camilo José Cela de Palma a las ocho de la tarde. Una jornada en la que los usuarios se convierten en los auténticos protagonistas del día, haciendo disfrutar a sus familias de unas fantásticas actuaciones musicales.