Los operadores del Ayuntamiento de Palma trabajan a destajo ultimando detalles para que este viernes esté todo listo. Y es que el 23 de agosto es la fecha fijada para el fin de las obras de remodelación de la plaza de España. Si bien, la realidad es que a dos días de su finalización, el espacio todavía está lleno de vallas y verjas que obligan a desviar el tránsito de los peatones, así como excavadoras y diferente maquinaria de obra que acaba de instalar el nuevo pavimento, la iluminación y toda la parte ornamental.
Unas obras que arrancaron en febrero de 2023 y que se han alargado más de lo previsto debido a una serie de incidencias, entre ellas el hallazgo de parte de la antigua muralla de Palma y la necesidad de renovar la red de tuberías.
El objetivo inicial de las obras de renovación era el cambio de pavimento, de pizarra negro y muy deslizante. La irregularidad del suelo suponía un peligro para los viandantes. En cambio, las nuevas losas de cemento y fibra son más adherentes y están preparadas para resistir la fuerte carga de persona que pasa a diario por este céntrico punto.
Asimismo, al encontrarse restos de la muralla, la obra ha incorporado otro tipo de baldosa que permitirá diferenciar el trazado por donde pasaba la antigua fortificación. De este modo, se incluirán también diferentes placas y códigos QR explicando la historia de la ciudad.
Por otro lado, se ha restaurado la estatua del Rey Jaume I y la fuente que preside la plaza, así como también la estación meteorológica de Gaspar Bennazàr. Además se ha mejorado la iluminación y está previsto que la zona cuente con más de 6.700 plantas arbustivas, diferentes tipos de plantas y flores que aportarán el toque colorido a la renovada plaza.
El cambio de imagen de la plaza de España de Palma, uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, ha tenido un coste de 2,5 millones de euros,