A esta cifra se suman los gastos adicionales en alimentación y otros productos, que también han subido de precio. Según los datos de julio del Índice de Precios de Consumo publicados por el Instituto Nacional de Estadística repostar gasolina o gasóleo es ahora un 20% más costoso que en el mismo período de 2019. Los vuelos nacionales han aumentado un 10% y los hoteles un 33%. Además, alquilar una segunda vivienda, una opción común entre los turistas nacionales en la costa, cuesta un 7,5% más que hace cinco años, mientras que pernoctar en un camping o albergue es un 17,5% más caro. Las subidas más pronunciadas se han dado en los paquetes turísticos nacionales, cuyo precio ha aumentado un 43%, y en la restauración, donde comer o cenar fuera cuesta un 20,5% más de media que en 2019. Este encarecimiento coincide con una ralentización de la demanda interna española.A pesar de esta ralentización, los visitantes internacionales no han disminuido. Durante la primera mitad del año, España superó por primera vez los 40 millones de turistas, un 13% más que el año pasado