Desde el año 2016 en el que llegaron 11 menores en situación irregular a Baleares, el número de adolescentes que deciden buscar una vida mejor y llegan en patera no ha dejado de aumentar. De hecho, se trata de una tendencia que puede seguir incrementándose demostrando la consolidación de la ruta migratoria hacia el archipiélago.
Unos datos que preocupan a los servicios sociales de Baleares ya que están sobresaturados. En este sentido, el IMAS, ya acoge a 303 menores migrantes solo en Mallorca, lo que supone el doble que el resto de menores que también tutela.
Actualmente, el servicio de acogida da cobertura a 1.100 menores, de los que 603 están en diferentes centros cuando la capacidad que disponen es de 359 plazas. El resto se han tenido que habilitar de forma extraordinaria.
Los servicios de atención a menores no acompañados están al 650% en Baleares. Por ello, y ante la incesante llegada de migrantes, todos los Consells insulares y el Govern temen que la situación se desborde si no se recibe ayuda del Gobierno. Una petición para la que, hasta el momento, no hay respuesta.
La llegada creciente de menores irregulares provoca que el sistema de acogida esté ya al límite en Baleares. Una llegada de menas que pone además de relieve que las islas no son un lugar de paso sino que ya es un destino en la búsqueda de una vida mejor.