Con la intención de detenerlo y denunciar estas infracciones, los agentes salieron tras él utilizando las señales luminosas y acústicas para que el conductor del ciclomotor se diera cuenta de la presencia policial y detuviera el vehículo.
En el transcurso de esta maniobra, los agentes constataron mediante el velocímetro de las motocicletas policiales que la velocidad no bajaba de los 100 Km/h.
Aproximadamente 1,5 kilómetros después de haber empezado el seguimiento, uno de los agentes se pudo poner a la altura del ciclomotor y le ordenó, con indicaciones inequívocas, que se parara.
Una vez parada, los agentes comprobaron que el ciclomotor se había modificado con alteraciones no homologadas y que, entre otros, el ruido emitido por el sistema de escape superaba claramente los límites reglamentarios.
Por todo esto, el conductor, español de 18 años, fue denunciado por las infracciones cometidas y el ciclomotor inmovilizado en el depósito municipal de donde solo podrá salir previa presentación de la solicitud para pasar la ITV y usando una grúa dado que este vehículo no puede circular hasta que no supere la inspección.