Este emblemático lugar, famoso entre el turismo alemán y los jóvenes en busca de diversión, será el escenario de una nueva protesta convocada por el colectivo 'Mallorca Platja Tour’.
Bajo el lema 'Un banyo com quan érem petits', los organizadores buscan recuperar simbólicamente este espacio para los residentes, como una queja por el exceso de visitantes que, según ellos, ha desnaturalizado la experiencia local. Las movilizaciones que se enmarcan en el movimiento “Ocupemos nuestras playas” empezaron en es Caló des Moro, donde cientos de personas se congregaron para reclamar el espacio que sentían haber perdido.
Desde entonces, las protestas se han extendido a otras playas de la isla como la Colònia de Sant Jordi y sa Ràpita, siempre con el objetivo de visibilizar el problema de la saturación turística.
La cita de este domingo en el Balneario 6 conocido popularmente como el Ballermann no es una excepción. Los organizadores describen este lugar como un 'símbolo de playa de borrachera' y critican un modelo turístico que consideran dañino para la isla. La intención es recrear un ambiente familiar, evocando la Mallorca de los años 60 y 70, cuando, según ellos, las playas eran limpias y los residentes acogedores.
Para reforzar este mensaje, han lanzado una campaña gráfica inspirada en las postales y publicidad de aquella época, recordando un tiempo en que el turismo no significaba la saturación que se vive hoy. La protesta no es contra el turismo en sí, sino contra un modelo que, según los manifestantes, empobrece a la comunidad local.
Hay que recordar que En junio, una manifestación en Palma reunió a más de 20.000 personas, exigiendo un cambio en el modelo turístico de las Islas Baleares. Este domingo, los organizadores esperan que muchos más se unan a la protesta en el Ballermann, para seguir reclamando un turismo sostenible y respetuoso.