El nuevo restaurante, llamado Laguna Playa y ubicado junto al local siniestrado, abrió sus puertas hace unos días sin contar con la autorización necesaria, lo que ha llevado a su clausura este jueves.
Todavía con las ruinas del Medusa Beach Club y ramos de flores en memoria de las víctimas, la apertura del nuevo restaurante sorprendió a vecinos y empresarios de la zona a principios de semana. Christian Arnsteiner, propietario del Medusa, fue puesto en libertad con cargos a finales de junio, acusado de cuatro homicidios por imprudencia grave y seis lesiones graves por imprudencia. Pese a estas acusaciones, Arnsteiner decidió emprender este nuevo proyecto empresarial solo unas semanas después.
El Ajuntament de Palma inició una revisión exhaustiva de la documentación del nuevo local para verificar si contaba con las licencias de actividades necesarias y si el edificio había superado la inspección técnica de seguridad. Tras la inspección, se determinó que el restaurante no estaba autorizado para abrir, lo que ha llevado a su cierre inmediato.
El Colegio de Arquitectos de Baleares por su parte ha expresado su preocupación por la seguridad de los edificios antiguos y la necesidad de inspecciones rigurosas.