Una realidad social que se ha convertido ya en un verdadero problema de orden público. Incluso de violación del código penal y de delitos que persigue la policía.
Calle Marquès de la Fontsanta, número 20 de Palma… junto al Parc de ses Estacions, en pleno centro de la capital balear. Los vecinos de este edificio veían que un local comercial (que lleva meses cerrado) era objeto de reformas. Continuamente, entraban y salían operarios.
El trajín acabó levantando sospechas por la gran cantidad de material de construcción que se estaba utilizando para una simple reforma, por los lavabos, platos de ducha e inodoros y, sobre todo, por las puertas… muchas puertas, demasiadas para un comercio.
Se activaron las alarmas y alguien llamó a la Policía Local el pasado día 18. Los agentes del Ajuntament de Palma, una vez personados en el lugar de los hechos, comprobaron que (sin ningún tipo de permiso) se estaban construyendo 20 habitaciones, cada una de ellas con un número diferente en la puerta.
Según las pesquisas policiales, al acabar los trabajos iban a ser alquiladas a personas que no pueden pagar un piso habitable pero sí una infravivienda. De hecho, las obras estaban convirtiendo un local diáfano y su sótano en cubículos sin ventanas ni entradas de aire fresco.
El precio de este alquiler totalmente ilegal: 630 euros al mes (más la fianza), con baños compartidos, sin cocina y sin ventanas.
Pero hay más ejemplos reales de a dónde nos está llevando la falta de viviendas a precios asequibles en Palma.
Calle Emili Darder, entre los barrios de Santa Catalina, Son Españolet y la Plaza Madrid. Todo un edificio está okupado. Los vecinos de la zona lo saben y también ha sido denunciado, pero la justicia va despacio.
Una situación totalmente ilegal que ha saltado al fin a los medios de comunicación cuando una okupa de este edificio okupado ha denunciado que, a su vez, han okupado su piso.
Según informa, de nuevo, la Policía Local de Palma, alguien alquiló un piso de este edificio por mil euros a una persona… sin advertirle que este piso ya estaba okupado por otra.
Al regresar del trabajo, la okupa titular del piso se encontró que no podía entrar ya que allí ya había entrado un nuevo okupa. Personados los agentes del Ajuntament de Palma, desalojaron al nuevo okupa y le recomendaron que denunciara al estafador por haberle engañado.
Un piso de Palma, pues, doblemente okupado.
Según los últimos datos oficiales del Banco de España y del Instituto Nacional de Estadística, Baleares ha roto su récord de precios máximos en alquiler y compraventas de viviendas. Con ello, aquí y ahora, las viviendas de nuestra comunidad son las más caras de toda España.
