La requirente del servicio indicó que al volver de trabajar encontró a una pareja instalada en su domicilio, quien manifestó que se lo había proporcionado por 1000 € un individuo del cual dieron un nombre.
La misma persona que instaló a la pareja ya lo había hecho meses antes con la denunciante y pudo aportar datos suficientes para su identificación.
Los presuntos ocupas abandonaron voluntariamente el lugar al saber que el piso ya tenía morador y que habían sido estafados. Se da la circunstancia de que el inmueble donde se ubica este domicilio es un edificio habitado por okupas en su totalidad.
Los agentes comunicaron a las partes la confección de un informe para poner los hechos en conocimiento de autoridad judicial y también les indicaron el procedimiento a seguir para presentar una denuncia.