La decisión ratifica la sentencia de la Audiencia de Palma, que también incluye una indemnización de 8.000 euros a la víctima por los daños morales sufridos.
El incidente tuvo lugar en febrero de 2023 cuando el condenado acudió al centro de salud tras ser derivado desde una clínica privada debido a un accidente de tráfico. Durante la atención médica, el médico descubrió que el paciente estaba grabando en vídeo sin permiso. Al intentar retirar el dispositivo, el agresor reaccionó violentamente, atacando al médico con unas tijeras quirúrgicas.
La Audiencia de Palma, en su sentencia de abril, señaló que el ataque no resultó en un daño más grave gracias a las protecciones de seguridad de las tijeras y a las circunstancias del momento. El tribunal destacó el "claro ánimo de querer causar la muerte" del agresor y la naturaleza sorpresiva del ataque.
El Colegio de Médicos de Baleares (Comib), que se personó como acusación particular, ha recordado que agredir a un médico de la sanidad pública es considerado un delito de atentado contra la autoridad según el Código Penal español. El Comib ha subrayado la importancia de mantener la confianza necesaria para una asistencia sanitaria adecuada y ofrece asesoría jurídica inmediata a los profesionales de la medicina que sufran agresiones en su ámbito laboral.
