Las pruebas están estructuradas en dos bloques: el de acceso, que incluye las materias troncales comunes y las de cada especialidad, y un bloque de admisión, de carácter voluntario, con aquellas asignaturas opcionales relacionadas con los estudios que cada alumno quiere cursar.
Una de las principales novedades es que este año es la primera vez que los estudiantes podrán elegir entre Historia de España e Historia de la Filosofía en el bloque de acceso. Por otro lado, también se han intensificado las medidas para evitar copiar en los exámenes.
En cuanto a los enunciados de los exámenes, el candidato podrá elegir la lengua. Para ello es imprescindible que cada alumno entregue un documento de selección de idioma.
Los nervios marcan el inicio de estos exámenes en los que los estudiantes tendrán que aplicar los conocimientos adquiridos durante estos dos años de bachillerato.
Pero en muchas ocasiones el aprobado no les será suficiente, ya que depende de la carrera que elijan para su futuro deberán llegar a una nota de corte muy alta.
Los resultados de la selectividad estarán disponibles el 19 de junio.