El 6 de junio de 1924 nacía la Fundació Natzaret con el objetivo de acoger, educar y formar, dentro de los fundamentos católicos, a niños y niñas en situación de exclusión social. Los años han pasado, pero lo que no ha cambiado es su principal objetivo: promover la acogida y la educación integral de la infancia y la juventud para trasformar y mejorar las situaciones personales de estos jóvenes y ayudarles a luchar por sus sueños.
"El perfil del usuario ha cambiado mucho", asegura el director de Fundació Natzaret, Guillem Cladera, quien ha explicado que "atendemos emergencias, llegan muchos adolescentes con problemas de salud mental y discapacidades no reconocidos".
A lo largo de estos cien años de historia, son muchos los mejores y jóvenes tutelados por la administración pública que han pasado por la Fundació Natzaret. A día de hoy, Fundació Natzaret atiende a 42 menores, y 29 adultos, pero también trabaja con 80 familias del barrio en el ámbito comunitario y llevan a cabo un proyecto con 15 personas con discapacidad.
Una de estas jóvenes es Fati Silue, que tras su paso por la fundación ahora trabaja en el centro en la cocina. "Soy de Burkina Faso y estuve en Norai y luego me pasé a Natzaret. Los educadores son encantadores y nos ayudan a aprender muchas cosas y a perseguir los sueños", ha señalado Silue, quien ha añadido que "estoy trabajando aquí en la cocina y estoy muy feliz".
Precisamente para festejar su centenario, la Fundació Natzaret ha organizado varias actividades, entre ellas, ponencias sobre la historia de la entidad y el trabajo de los profesionales, una mesa de experiencias con usuarios del centro, el reconocimiento a voluntarios, amigos y colaboradores y la proyección de un documental creado por los usuarios.
Pero ¿cuáles son los retos a los que se enfrentan ahora? "El reto es poder dar una respuesta a cada una de las persona que atiende la fundación", ha indicado Cladera, quien ha puesto de manifiesto que "tenemos que prepararnos para poder atender a cada persona que llegue a Natzaret. Cada persona es diferente y reclama una atención diferente".
Enhorabuena por los cien años de trabajo dedicados a asegurarles a los menores y jóvenes en acogida un futuro lleno de posibilidades.