En el caso de los guías turísticos, reclaman que se regule la figura de los "freetour" y que la policía local pueda tener esta tarea inspectora y de control, especialmente en las zonas calientes como La Seu, Sóller o Valldemossa.
Por otro lado, la asociación de Proguías Turísticos lamentan la demonización que se hace de los cruceros. Señalan que es el único sector que se ha regulado, perdiendo un 17% de las escalas. Por ello, critican que el Ayuntamiento de Palma quiera imponer a los cruceristas una doble tasa, por entrar al puerto y otra por entrar a Palma.
Los guías también han reclamado más seguridad ante la presencia de carteristas, especialmente en el Castillo de Bellver donde ha aumentado en un 50% los robos y que se combata la venta ambulante.
Asimismo, desde la asociación han denunciado que el Camí de la Escollera es el único punto autorizado para descargar a los cruceristas pese a que han reclamado a Cort poder hacerlo en otros puntos de la ciudad.
Precisamente, sobre las quejas de los guías turísticos se ha pronunciado la portavoz del Ayuntamiento de Palma, Mercedes Celeste, quien ha asegurado que están abiertos al diálogo y que las medidas turísticas propuestas por Cort se deben debatir en el pacto por el turismo sostenible impulsado por el Govern.