Durante su intervención, explicó que aunque el barrido no detectó micrófonos, sí encontró indicios de que podrían haber existido en el pasado, sin concretar detalles.
Durante su intervención, Sáenz de San Pedro explicó que la contratación de estos servicios se realizó para garantizar la confidencialidad y privacidad de determinadas actividades del Govern, en respuesta a indicios de posibles intentos de espionaje.
El conseller aseguró que en ningún momento se ha sentido inseguro, y subrayó que el objetivo del barrido electrónico fue precisamente preservar la confidencialidad de la información.
Los grupos de la izquierda han planteado diferentes preguntas al conseller, pidiéndole que especificara de dónde procedía la recomendación de hacer el barrido y qué sospechas concretas tenían acerca de un posible "espionaje".
En su segunda intervención el conseller se ha limitado a repetir las ideas de su parlamento inicial, insistiendo en que el objetivo del contrato era garantizar la confidencialidad en la Conselleria por lo delicado de los temas que se tratan en sus salas, y que se hizo "a través de una empresa de reconocido prestigio" regulada por la Ley de Seguridad Privada.
Los diputados de MÉS y el PSIB, Ferran Rosa y Ares Fernández, han expresado su queja por la falta de respuesta en la comisión y porque el Govern no les ha entregado documentación solicitada a través del Parlament.