El objetivo de esta actuación es aumentar la capacidad de depuración de aguas hasta los 90.000 m3 por día, una carga proporcional estimada para una población de casi 700 mil habitantes. La nueva planta incorporará también un tratamiento específico de eliminación de nutrientes (nitrógeno y fósforo), que permita adecuar las condiciones de vertido a zona sensible, como figura la Bahía de Palma.
Las obras incluyen en esta segunda fase la construcción del nuevo emisario que incluirá un tramo submarino de 5 kilómetros de longitud. Una alternativa para preservar la salud de los bañistas en las playas de Palma y el Molinar, con la que se prevé la disminución de los vertidos fecales que históricamente se han producido en esta parte del litoral.
Las instalaciones se adaptarán a la normativa de vertidos, especialmente en lo que se refiere a los nutrientes, el tratamiento de fangos, que podrán ser empleados como producto para abono agrícola, y el agua que reciba tratamiento terciario se podrá usar también para la agricultura o baldeos. En lo que se refiere a la primera fase de la obra, ya se ha realizado el replanteo y el desbroce de los terrenos y ya han comenzado los trabajos para aplanar la parcela y se están haciendo las excavaciones para la cimentación de las estructuras y los edificios.
Esta primera fase tiene un presupuesto de 142 millones de euros, IVA incluido, y está financiado en un 80 por ciento con fondos europeos Next Generation, mientras que el 20 por ciento restante será asumido por EMAYA en colaboración con la Conselleria de la Mar i Cicle de l'Aigua del Govern balear a través del canon de saneamiento. El plazo de ejecución será de 30 meses por lo que las obras estarán acabadas en agosto de 2026. La puesta en marcha de la instalación, dada la complejidad de la infraestructura, se prolongará durante un año, así que está previsto que a partir de agosto de 2027 sea EMAYA quien se encargue de su explotación.
La nueva depuradora, una vez operativa, permitirá ampliar el pretratamiento y tratamiento primario y gestionar las puntas de caudal que se registran en episodios de lluvias. Asimismo aumenta hasta 4 las líneas de tratamiento biológico, incrementa el tratamiento terciario, con posibilidad de ampliarlo hasta los 105.000 metros cúbicos al día, e incorpora una línea de fangos con capacidad de producir energía eléctrica a partir del biogás generado.
La segunda fase, por su parte, tendrá un coste unos 70 millones de euros IVA Incluido y, aparte del citado emisario de 2 metros de diámetro y 4 kilómetros de longitud, incluye dos líneas adicionales de tratamiento biológico y ampliaciones en la capacidad de la planta.
Actualmente el proyecto de esta segunda fase se encuentra en periodo de redacción. Se espera que el proyecto definitivo esté acabado en junio de este año y que todos los trámites administrativos estén acabados en diciembre de 2024.