"Estamos tranquilos porque cualquier tipo de decisión que tomó Bonet estuvo avalada siempre por los informes técnicos de la casa, por lo tanto, no hay nada que pueda hacer pensar que hay algo mal hecho", ha explicado el presidente de la institución insular, poniendo de manifiesto que "el departamento de Intervención volverá a analizar una por una todas las facturas y los contratos que haya firmado estos meses".
En este sentido, Galmés ha querido dejar claro que "las acusaciones que han provocado la dimisión de la señora Bonet no tienen nada que ver con su gestión en el Consell de Mallorca", ha aclarado Galmés durante su comparecencia en el pleno, añadiendo que "los presuntos hechos corresponden a su actividad laboral en el sector privado, anterior a la responsabilidad que ha tenido en esta institución".
Asimismo, Llorenç Galmés ha resaltado que "ante la gravedad de las acusaciones hemos actuado con rapidez, contundencia y, sobre todo, con mucha transparencia". Eso sí, Galmés ha pedido que se respete la presunción de inocencia de Pilar Bonet y confía en que se solucione lo antes posible.
Por su parte, los partidos de la oposición han reclamado al presidente Galmés que realice una auditoría externa para comprobar que todas las cuentas estén bien. "Un desfalco se produce porque se saltan los controles existentes, por lo tanto, pedimos una investigación profunda de las cuentas y negociaciones realizadas por Bonet", ha pedido el portavoz de Més per Mallorca en la institución Jaume Alzamora.
Desde el PSIB han calificado de "paripé" el pleno extraordinario convocado por el Consell. La portavoz de los socialistas, Catalina Cladera, ha señalado que "si usted asegura que todo esto no ha afectado a la gestión de la institución ¿Usted pondría la mano en el fuego? Si es así y se encuentra algo, ¿Dimitiría?".
"Nos sorprende que hayan tomado la decisión cuando todavía no hay una imputación, ni nada legalmente establecido. Nos gustaría saber cuáles son sus fuentes", ha advertido el portavoz de El Pi en el Consell, Antoni Salas, añadiendo que "si usted ha dicho que había perdido la confianza en Bonet, desde la oposición nos toca pedir una auditoría por prudencia".
Mientras que PP y VOX han defendido la rapidez y la contundencia con la que se ha actuado por parte de la institución insular. "Aplaudimos la mano firme de esta presidencia a la hora de tomar decisión que dignifican a la institución y al equipo de gobierno", ha destacado el portavoz de VOX en el Consell, Toni Gili, añadiendo que "esto es poner el interés general por encima del interés partidista".
Por su parte, la portavoz popular Núria Riera ha afirmado que "se ha dejado claro que la vida personal de Pilar Bonet no ha afectado nunca a esta casa", poniendo de manifiesto que "la señora Bonet no tenía permisos para acceder a la contabilidad, lo ha asegurado la propia interventora. Todos los procedimientos siguen un protocolo estricto con informes previos y sin que los políticos puedan alterar la voluntad y el trabajo de los técnicos, con controles previos y con controles externos por parte de la Sindicatura de Cuentas".
El conseller insular de Presidencia, Antoni Fuster, ha dejado claro que "los hechos que se publican son graves, por el hecho en sí y por las cantidades, por eso la celeridad del presidente Galmés a la hora de tomar decisiones. Decisiones que se toman para que el Consell quede al margen de cualquier sombra de dudas". Fuster también ha manifestado que "vivimos en un Estado de Derecho en el cual la presunción de inocencia se presume y la culpabilidad se demuestra".
La renuncia de Pilar Bonet como consellera insular de Hacienda y Función Pública también ha centrado la atención de las ruedas de prensas previas a la sesión del Parlament de este martes. El Partido Popular ha valorado la contundente y rápida respuesta del presidente del Consell de Mallorca ante la presunta vinculación de Pilar Bonet con un supuesto fraude. Una cuestión ante la que los grupos parlamentarios de la oposición se han mostrado muy críticos.
