Investigadores de la UIB han presentado un estudio que demuestra que el uso de la mascarilla en espacio cerrados reduce a la mitad el riesgo de contagio de virus respiratorios. "El uso de la mascarilla reduce a la mitad el contagio entre los contactos estrechos", ha explicado la investigadora predoctoral de la UIB, Aina Huguet, quien ha añadido que hay otros factores como "el tiempo de exposición con una persona positiva, como la ventilación". En el caso de la ventilación, la investigadora ha señalado que "en espacios cerrados el uso de la mascarilla todavía debe potenciarse más para evitar el contagio".
Aunque el estudio se llevó a cabo durante la pandemia de COVID-19 mientras se realizaba el rastreo de contactos estrechos de personas contagiadas con el objetivo de evaluar la eficacia de las medidas de prevención y protección, los resultados son extrapolables a otras epidemias de virus respiratorios como la oleada de gripe que está sufriendo las Islas en estas últimas semanas.
"Con nuestro estudio demostramos que el uso de la mascarilla ayuda a reducir la transmisión de enfermedades respiratorias como el caso de la epidemia de gripe que estamos viviendo", ha afirmado Aina Huguet.
Asimismo, el estudio advierte que el 80% de los contagios se realizaron en un entorno familiar y la tos fue uno de los principales mecanismos de transmisión del virus. "Muchas veces existe una sensación de falsa seguridad cuando estamos en un entorno familiar o de confianza ya que la gente se relaja y se quita la mascarilla. Nosotros hemos visto que en estos casos es donde se producen la mayoría de contagios", ha señalado el catedrático de Enfermería de la UIB, Miquel Bennasar,
También se establece que a partir de los 20 minutos de estar en contacto con una persona contagiada, aumenta la transmisión de la enfermedad. "A partir de los 20 minutos o media hora es cuando empieza a aumentar la transmisión del COVID-19. Si tu no sigues ninguna de las medidas de prevención es evidente que el riesgo de contagio es muy elevado".
Por otro lado, los investigadores reconocen que se sigue haciendo un mal uso de la mascarilla y piden que no se acuda a urgencias al menor síntoma. "La gente, al notar el mínimo síntoma, acude a los centros hospitalarios o a urgencias, donde puede contagiarse mucho más que quedándose en casa", ha admitido Miquel Bennasar, añadiendo que "recomendamos que en un espacio cerrado, sin ventilar, el uso de la mascarilla permite reducir el riesgo de contagio".
Finalmente la investigación también constata que no hay tipos de mascarillas más efectivas que otras.
Precisamente, el catedrático de Enfermería de la UIB, Miquel Bennasar, ha lamentado, que se haya politizado el uso de la mascarilla tras el aumento de la incidencia de los virus respiratorios en todo el país. En este sentido, Bennasar, considera que lo más apropiado es llegar a un consenso y usar la mascarilla con sentido común.
"¿Poner la mascarilla por decreto? Creo que sería mejor que hubiera medidas de consenso", ha admitido Bennasar, quien ha señalado que "la mascarilla no va de ideologías, pero sí es cierto que se ha politizado su uso".
En este sentido, el catedrático de Enfermería de la UIB ha explicado que "las personas deberían usarlas en caso de tener síntomas de enfermedad respiratoria como tos, dificultad respiratoria o fiebre, habría que ponerse la mascarilla, sobre todo, por pensando en los demás e intentar evitar contacto con personas hasta que se confirme la patología que se sufre".