Seis meses han permanecidos limpios de pintadas los muros del convento de Santa Magdalena de Palma que confrontan con La Misericòrdia y las Ramblas. Medio año desde que la fundación privada Forteza-Rey invirtió 20.000 euros en limpiarlos y colocar unos carteles advirtiendo que son un bien patrimonial a proteger. Una iniciativa -recordamos, privada- que no tuvo continuidad al no sumarse a ella ningún otro hotelero de Mallorca, pese a la convocatoria explícita del mecenas Josep Forteza-Rey. Unos muros que han sido inmediatamente restaurados por la brigada exprés de Emaya cuando el lunes por la mañana aparecieron pintarrajeados. Como dijo un vecino de la zona al ver los borrones de pintura: “Ya me parecía raro que permanecieran limpios tanto tiempo”.