El funcionario está acusado de delitos de favorecimiento de la inmigración irregular, contra la integridad moral y estafa. Una vez que acababa la jornada laboral, el policía gestionaba 73 inmuebles en plantas bajas y sótanos de Palma que no tenían luz o ventilación adecuada. También habilitaba locales comerciales como micro viviendas, de 8 a 15 metros, en los que vivían personas extranjeras en condiciones insalubres.
La detención del agente es fruto de una denuncia que partió de la Conselleria de Vivienda.
Tras la investigación, se ha averiguado que parte de los inquilinos se encontraban en situación irregular. Una de las víctimas empadronó de forma fraudulenta, además, a otras 12 personas y también ha sido detenido por favorecer la inmigración irregular.