Redacte la sentencia. Esta es la orden que los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Baleares han transmitido hoy, en un auto, a la juez que presidió el juicio contra Pau Rigo. Una sentencia que nunca existió anteriormente, ya que los errores en la redacción de las preguntas -guía de esta misma juez a los miembros del jurado popular y que debían impulsar el voto del veredicto- impidieron saber si esta resolución era realmente absolutoria o de condena.
Ante esta dificultad, el Tribunal Superior destaca que no se dio la unanimidad en el voto del jurado popular, un elemento imprescindible para marcar la condena del acusado. Y que, asimismo, los votos sí registrados nunca atribuyeron al anciano de Porreres la responsabilidad dolosa en la comisión de un hipotético homicidio. Se concluye, por tanto, en el auto judicial que, pese a no existir un veredicto claro, la tendencia del jurado popular no era hacia la condena de Pau Rigo, sino todo lo contrario. Por lo cual, y sobre esta base, la jueza puede y debe redactar una sentencia donde recoja los hechos probados. Por tanto, hasta aquí, lo que queda sin resolver es si Pau Rigo utilizó la fuerza y los medios precisos y necesarios para repeler las agresiones y las amenazas de los dos asaltantes o se extralimitó en ellas.
El Tribunal Superior no marca a la juez si debe redactar una sentencia condenatoria o absolutoria, pero recuerda -como ya se ha indicado anteriormente- que ninguna de las votaciones del jurado popular -pese a ser todas ellas confusas- inducían a un veredicto de culpabilidad. Así, se descarta definitivamente la repetición del juicio y, después de la publicación de la sentencia definitiva, las partes podrán de nuevo pronunciarse sobre la misma, recurriéndola o acatándola. Los hechos aún sin sentenciar tuvieron lugar en febrero de 2018 en una casa aislada situada en las afueras de Porreres.
En el banquillo se sentaron Pau Rigo, de 83 años, y acusado por la muerte del atracador Mauricio Escobar; Fredy, el segundo asaltante y hermano del fallecido; y Marcos Rotger y José Antonio Sánchez, acusados de planear el robo. Durante la ejecución del robo por parte de los hermanos Escobar, Rigo -que entonces tenía 78 años- cogió una escopeta de caza y disparó contra Mauricio, que falleció. Para el anciano, la fiscalía pedía una pena de cuatro años, si bien la madre del ladrón fallecido solicitaba hasta 15 años por asesinato.
Pau Rigo, que ya había sido víctima de otro robo unos meses antes, expresó en el juicio el miedo insalvable que pasó. Textualmente, declaró que creía que le iban a matar a él o a su esposa y, por eso, reaccionó disparando.