Alberto Núñez Feijóo está protagonizando su sesión de investidura en el Congreso de los Diputados. Mañana los parlamentarios votarán el apoyo -o rechazo- a su objetivo de ser el nuevo presidente del Gobierno de España. El presidente del Partido Popular ha presentado sus credenciales. Por un lado, sus propuestas de gobierno: apoyo a la economía productiva, rebaja de la presión fiscal y dar el máximo protagonismo a las familias, entre otros objetivos. Pero, además, ha arrancado su discurso repitiendo lo que Pedro Sánchez ha defendido sobre la amnistía y otras exigencias de los independentistas catalanes. Y lo ha hecho para rechazarlas de plano.
Y estos principios, límites y palabra son la defensa de la Constitución como garante de la democracia española.
En este ámbito de rechazo absoluto a dar protagonismo a las exigencias de los independentistas catalanes, Núñez Feijóo ha anunciado que -si es investido- endurecerá el Código Penal para los delitos contra la Constitución, la sedición y la malversación de fondos públicos. Normas modificadas ya por Sánchez para allanar el camino a sus pactos. Y todo poniendo en evidencia que el independentismo es una opción política minoritaria.
Además, el candidato popular ha reforzado sus argumentos recordando que todas las exigencias que ahora está dispuesto a negociar Pedro Sánchez con los independentistas catalanes no figuraron en el programa electoral socialista de los últimos comicios.
Y, una vez que ha marcado su posición clara sobre hipotéticos pactos con los independentistas y su defensa de la Constitución, Núñez Feijóo ha reiterado su oferta al Partido Socialista para pactar los grandes temas que marcan el futuro de España con el objetivo de evitar los vaivenes cada vez que hay un cambio en la presidencia del gobierno.