El Fiscal pide para el hombre una pena de 11 años de prisión y orden de alejamiento durante 20 años. Según queda recogido en el escrito de acusación, los hechos juzgados tuvieron lugar entre enero del 2017 y noviembre de 2019.
En una ocasión, el encausado, aprovechando la relación de parentesco y que por la relación de confianza podía quedarse a solas con el niño, llegó a introducirle el pene en la boca y orinar.
En otras ocasiones, siguiendo el relato del Ministerio Público, le realizó tocamientos y le obligaba a manosearle los genitales. El menor tiene todavía secuelas psicológicas.