Estas medidas llegan después de la denuncia pública de una agresión sexual hacia una de las integrantes de la banda de música de Son Rapinya por parte de un dimoni.
El alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, ha explicado que "toda la gente que participa en la procesión de forma unánime rechaza todo tipo de agresiones", añadiendo que "queremos que la fiesta de La Beata sea conocida como la más típica y emblemática de la isla y donde no tengan cabida hechos de esta índole".
"A dimonis, conductores de carrozas... haremos test de alcoholemia previos a la procesión para que no vuelva a ocurrir", ha indicado el alcalde de Santa Margalida.
En este sentido, Monjo ha destacado que tras hablar con la joven de la banda de música de Son Rapinya, hay dificultades para identificar al dimoni responsable de los hechos. "Los dimonis, organizadores de la procesión o miembros de protección civil deberían identificarse para que si vuelven a ocurrir hechos de este tipo, se puedan denunciar".