Las resoluciones de evaluación elaboradas han tenido tres grandes objetivos. El primero es asegurar una información mínima y clara del proceso de evaluación a los padres, madres y alumnos; de este modo, las familias recibirán la informació sobre el progreso académico de sus hijos e hijas a partir de dos sesiones recibirán dos sesions de seguimiento (la primera y segunda) y una última evaluación final (la tercera) en que las calificaciones serán cualitativas en educación primaria (insuficiente, suficiente, bien, notable y excelente), cualitativas y cuantitativas en educación secundaria (irán acompañadas de una cifra numérica) y solo cuantitativas a bachillerato.
El segundo objetivo de las resoluciones de evaluación ha sido el de simplificar y optimizar el trabajo del profesorado. En este sentido se detalla que, a pesar de que los criterios de evaluación son los referentes, conjuntamente con las competencias y los objetivos de la etapa en la hora de evaluar, no se tendrán que ponderar ni calificar por separado de manera obligatoria.
Aun así, desde la Conselleria d’Educació i Universitats se apuesta para dar autonomía a cada centro. De hecho, el tercer objetivo tiene como base potenciar la autonomía tanto pedagógica como organizativa de los centros para decidir de qué manera se complementa la información mínima que se da a las familias después de las sesiones de seguimiento y de evaluación.
El cambio se ha llevado a cabo en el marco de la LOMLOE y con el fin de garantizar el carácter formativo de la evaluación y el derecho del alumnado a la valoración objetiva de su aprendizaje.