El expolítico Álvaro Gijón ha finalizado este viernes su declaración como testigo en el juicio contra el exjuez, Manuel Penalva y el exfiscal, Miguel Ángel Subirán, investigadores del Caso Cursach. Tras finalizar su comparecencia como testigo en los jugados de Sa Gerreria, Gijón ha asegurado que las detenciones de su familia fueron situaciones muy duras.
Recordemos, que la instrucción se cerró en falso, ya que tanto Penalva como Subirán presuntamente realizaron su investigación bajo amenazas y coacciones a los testigos e imputados. Recordar que Álvaro Gijón fue perseguido política y mediáticamente y su carrera política destruida y que, en el marco de la investigación, detuvieron a sus padres y a su hermano. Todo, según ha explicado en el juicio, para conseguir que él dimitiera y apartarle de la política.
Este viernes, a su salida de los juzgados, tras declarar contra los investigadores Gijón, ha afirmado que el daño que ha sufrido toda su familia no tiene restitución, aunque, la celebración del juicio es un primer paso.
"El daño que hemos sufrido ya no va a tener ningún tipo de restitución: ni moral, ni económica, ni de ningún tipo. Afortunadamente estamos aquí como parte acusadora y no defendiéndonos de mentiras", ha destacado el expolítico del PP, Álvaro Gijón, añadiendo que "mi familia lo intenta llevar como puede, pero difícilmente se va a recuperar una normalidad en mi familia".
En este sentido Gijón ha advertido que "detener a tus padres, a tu hermano y presionarte para que dimitas durante 4 años, fue todo muy duro, todo con mentiras muy burdas".
Tras el testimonio de Gijón, han continuado las declaraciones de otros testigos como el del exdirigente del PP, José María Rodríguez, que durante el juicio ha asegurado que nunca le llamaron a declarar por el caso ORA, enmarcado en la macrocausa del caso Cursach. Rodríguez ha coincidido con Gijón en la existencia de una trama para perseguirle.